viernes, 21 de octubre de 2011

SUPER 8 - (Re)Imaginando los Super 80's




Los que hemos mamado y aprendido lo que se llamó “El Sentido de Maravilla de Steven Spielberg” hemos desarrollado en nuestro subconsciente una vara de medir la Aventura y la Sorpresa cinematográfica que llevamos guardando en algún cajón polvoriento desde 1989.

La metimos ahí después de ver "Indiana Jones y la Ultima Cruzada", que digamos fue el símbolo del “declive” del estilo de cine de aventuras ingenuas pero ingeniosas con las que Spielberg se ha forjado su reputación.

"Super 8", como he leído en alguna crítica en algún blog, no es simplemente “nostalgia por una época”, sino “nostalgia por UNA FORMA DE HACER CINE”: cine espectacular pero inteligible y visualmente estructurado.

Porque, lanzo una pregunta al aire: ¿qué tiene más mérito, filmar con la cámara metida en una batidora como Michael Bay, o grabar en plano general y echarle los HUEVOS de llenarlo con personajes que corren por su vida y otros elementos que aporten sensación de “algo REALMENTE gordo está pasando" como pasa cuando el ejercito dispara contra el monstruo en medio del pueblo?

Como otros críticos que he leído, agradezco que esta película no sea un remake-spin off-precuela-secuela, aunque no me importaría que fuera otra adaptación de un comic.

Respecto a las adaptaciones de comics, parece que hay cierta saturación de este tipo de genero, pero ¿no son buenas historias lo que queremos? ¿Qué importa que las buenas historias me las de el Batman de Nolan, el Green Lantern de nosequien (no se merece que recuerde su nombre) o el Superman que está por venir?

Por mi que adapten todos los comics que quieran, PERO sin olvidar que ESTAN HACIENDO UNA PELICULA PARA TODO EL MUNDO, y no me refiero a “todo el mundo” en plan que sea “comedia familiar pre-masticada”, sino “todo el mundo” en plan “quiero que me guste y no insulte mi inteligencia”, sea o no fan del comic original.

SUPER 8: EL COMIENZO

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La película parte de un comienzo MAGISTRAL con una elipsis sencilla pero brutal en la que en cuestión de 1 minuto de metraje ves que ha sucedido un accidente en una fabrica y hay un niño que es ha quedado huérfano: ¡FELICIDADES!: has planteado el “génesis” del conflicto desencadenante de la peli en 1 minuto, así que tienes los otros 99 minutos de peli para desarrollar adecuadamente su historia. Eso es actuar de forma CONSECUENTE: empieza rápido para tener tiempo de desarrollar bien.

SUPER 8: SUPERAMIGOS

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Esa amistad sincera, honesta, divertida y sin complejos (volveré sobre eso más adelante) es a lo que me refería con UNA FORMA DE HACER CINE.

Los personajes son estereotipos andantes, cierto, hay un gordito (mandón, introvertido y por eso es el que toma el rol de director de cine), el inconsciente fan de las explosiones (¿un Michael Bay en potencia?), el miedoso que vomita a la mínima emoción, la chica “outsider” guapa pero apagada por una infancia irregular, el protagonista también creativo (sus maquetas) y “aplastado” por la rigidez de un padre en duelo perpetuo…

Pero la mayoría son personajes coherentes desde su cubículo de “estereotipo” y tienen chispa y dimensión para que todo lo que les pase después nos importe y nos dejemos llevar por sus aventuras. Conseguir eso es mucho más valioso que cualquier efecto, porque eso te da HISTORIA y no sólo ENTRETENIMIENTO.

SUPER 8: JUGANDO CON EL CINE

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El “macGuffin” de rodar una peli de zombies para concursar en noseque concurso de aficionados es un vehículo sencillo y creíble para varias cosas:

1º Hacer que se citen en sitios lejanos (momento bicis, momento ver panorámicas del pueblo para situar la acción)

2º Los veamos desenvolverse entre ellos y nos aprendamos “en que es bueno cada uno" (el prota maquillando, el otro con la cámara, otro con las explosiones…)

3º Hacer creíble que sean testigos de un suceso fortuito y del que jamás hubieran tenido conocimiento quedándose en sus casas. Ahora entiendo que uno de los carteles de la peli parezca “tumbado”: es durante el rato en que la cámara caída graba el descarrilamiento del tren.

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Otra de las razones de ponerlos a “jugar a rodar una peli” es que el director gordito lo use como excusa para conocer a la niña rubia, que le gusta como a todos los que nos gusta lo que no podemos conseguir.

El no quería que le gustara su amigo el prota, le encomienda labores “marginales” (maquillaje, sonido…) para mantenerlo alejado de la niña rubia que él quiere ligarse.

La escena en la que el gordito le recrimina al prota que “le ha pisado la novia” se resuelve de forma algo apresurada. Quizá la tentación de que el gordito traicionara al prota en alguna situación límite hubiera aportado alguna buena escena y más profundidad para el papel del gordito.

Aún así es satisfactoria y una prueba de la amistad entre los dos personajes. Como se suele decir, “los amigos demuestran que lo son en los malos momentos”.

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SUPER 8 : CATASTROFES A LA PUERTA DE TU CASA

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En un momento de la peli uno de los niños mira el tren descarrilado la noche anterior y dice algo como “parece sacado de una peli de catástrofes”. La localización (pueblecito américa rural) y los personajes (niños ocurrentes y aventureros pero con recursos limitados propios de su edad) favorece que la espectacularidad de las escenas de explosiones, abducciones y saqueos del alienígena sean aún mayores.

No vemos aquí escenas tipo Independence Day con rascacielos explotando y centenares de naves invasoras repartiendo plasma a diestro y siniestro. Estamos en un pueblo, no hay megaciudad que destruir, no hace falta tanto para liar algo gordo en pantalla.

Lo más espectacular que puede haber es, efectivamente, el descarrilamiento de un tren. Así que sólo queda es que al director se le ocurra presentarlo en pantalla lo mejor posible. ¡Y vaya si lo hace!

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Después con las desapariciones de microondas, perros y jefes de policía, el afanoso pero desbordado jefe de policía hace lo que puede para calmar a la gente y controlar su (hasta entonces) pacífico pueblo.

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Hay una escena en la que, escapando de que el pueblo le atosigue durante una junta local, el jefe de policía va preguntando a sus alguaciles si han visto noseque o saben noseque, y cada uno le va dando una respuesta cada vez más inútil y carente de interés.

En “Tiburón” el Jefe Brody se encontraba en una situación parecida. Era un hombre honesto y trabajador, pero estaba rodeado de subordinados ineptos que le forzaban a tener que hacerlo todo él solo.

De nuevo tenemos al “héroe solitario que no puede pedir ayuda” otro estereotipo clásico del cine.

Super-8-jefe-policia-heroe-solitario

En el último cuarto de la película otra de las escenas más espectaculares es la batida en retirada del ejército cruzando el pueblo, que es incapaz no ya de capturar al monstruo sino de mantener su posición frente a el.

Super-8-panoramica-ataque-monstruo

Las escenas de explosiones y carros de combate que saltan por los aires se suceden no de forma frenética pero si “contenida”: no hay muchos planos tipo “catástrofe”, pero los que hay están soberbiamente realizados.

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En el mismo plano-secuencia se ve a los protagonistas escapando por un lado, un tanque disparando en otro lado, ráfagas de metralla que llenan el cielo de fuego, y militares disparando a lo loco mientras corren por su vida.

A lo mejor ese plano dura 5 segundos, pero con esos 5 segundos tienes una visión PERFECTA de que está pasando algo gordísimo, que los protas están escapando realmente por los pelos, y que el bicho está fuera de control, lo que te mola porque es signo de que todavía queda mucha película por ver.

SUPER 8: SUPERMISTERIO QUE JUEGA AL ESCONDITE CON EL ESPECTADOR

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Algo que hay que reconocerle a J.J. Abrams es lo bien que aplica el “menos es más” creado precisamente por su maestro Spielberg.

Los fans de Spielberg no podríamos estar más agradecidos de que la maqueta o animatrónico del tiburón de “Tiburón” fuera una auténtica mierda y estuviera siempre averiado y fuera prácticamente inservible. Eso obligó a Spielberg a (después de pasarlas canutas, eso si) inventar el recurso del “no lo veo, y por eso me da más miedo”.

En "Tiburón" veíamos la fuerza del tiburón, los bidones amarillos que era capaz de sumergir, presentíamos la amenaza de su impacto inminente contra el frágil barquito de los protagonistas.

Salvo en raras ocasiones, no necesitábamos verlo, y resulto ser una nueva (o re-interpretada) herramienta del cine de suspense-acción: se teme más a lo que no se ve, porque la imaginación es muy hábil imaginando lo terrible y lo inasumible.

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Siguiendo (si no calcando) el procedimiento de "Monstruoso (Cloverfield)" o el mismísimo Humo Negro de "Lost", sentimos u oímos la amenaza, pero lo la vemos.

Además su forma no humanoide y no simétrica está pensada para dificultar la vista del espectador para que no pueda verlo bien. El cerebro humano tiene especial facilidad para reconocer 2 tipos de cosas: "cosas simétricas" y "cosas parecidas a otras que ya conozca".

Si tienes un bicho con demasiadas patas como para contarlas en un golpe de vista y una cabeza puesta dónde no sabes si llamarlo araña o alimaña, “saturas” el procesador del espectador.

Aunque le dejes ver al bicho 3 segundos enteros, como tiene una forma "no reconocible" (no es ni simétrica ni conocida), además no se está quieto y hay obstáculos delante, el espectador no lo ve bien, lo dejas permanentemente “con la miel en los labios”.

La próxima vez que intuya que está a punto de verlo otra vez, volverá a poner TODA su atención en burlar todos los impedimentos que le impiden verlo bien.

¡FELICIDADES!: has encontrado un método de mantener la atención del espectador, que intenta ser más listo que el director pensando “esta vez si que lo voy a ver bien-me cachis! Espera, ahora viene otra vez, ahora si que lo voy a ver bien…”.

 Es el juego del escondite de toda la vida, pero elaborado y usado con el propósito de atraer y entretener, ni más ni menos que la primera regla que debería cumplir toda buena película de suspense-acción.

SUPER 8: LA FAMILIA DES-UNIDA UNE A LOS AVENTUREROS

Super-8-padre-niña-rubia-no-le-gusta-protagonista

Uno de los valores que más diferenciaban a “Encuentros en la Tercera Fase” de otras películas (incluso en la actualidad) era el retrato descarnado y sin adornos de una familia desestructurada y en caída libre.

Quizá por la mala digestión de sueños rotos o las decepciones por lo que creían que era un matrimonio, en “Encuentros en la Tercera fase” el entorno familiar era hostil y lleno de suspicacias.

En "Super 8" vemos 3 prototipos de familias disfuncionales: la de la niña rubia con padre alcoholizado y madre que los dejó, la del gordito con un montón de hermanitos salvajes y ruidosos (que golpean la comida con bates de juguete sin que nadie parezca inmutarse), y finalmente la familia “de 2” formada por el jefe de policía y su hijo el prota.

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Los desequilibrios de todas ellas fomentan que sus respectivos hijos busquen su camino fuera de ellas, desarrollando habilidades completamente opuestas a lo que pueden encontrar en sus respectivos ambientes familiares (¿cómo se explica si no que el prota de 13 años sepa… maquillar?).

Como piezas de un puzzle unen sus habilidades para escapar de su mediocridad y participar en un concurso de cine aficionado. El padre del prota reacciona intentando mandar a su hijo a un campamento militar de verano, diciéndole que lo hace “por los dos”, cuando más bien es por él para quedarse solo con su enorme pena y no seguir haciendo daño (indirectamente) a su hijo.

Super-8-niña-rubia-outsider

La más audaz es sin duda la niña rubia. Parece mayor que todos los demás, en el colegio parece moverse por otros círculos de amigos, y sin embargo se nos dice (a través de un personaje que cuenta el encuentro, así que no llegamos a verlo) que se une al rodaje del corto.

Esto parece más un “atajo de guión” apresurando un poco el orden normal de los acontecimientos. Pasamos de conocerla sólo de oídas a verla por primera vez en la película uniéndose al rodaje del corto e incluso aportando el coche de su padre (sin tener carnet).

Parece demasiado compromiso (sin justificar) para un personaje que conocemos llegando en coche y arriesgando más que los demás, incluso exponiéndose a ser denunciada al padre policía del prota por conducir sin carnet.

SUPER 8: SUPER PLANOS "TIPO SPIELBERG"

En el cine de Spielberg de los 80 había un tipo de escenas de “revelación” o de “encuentro con sucesos más grandes que la vida misma” que nutrían y apuntalaban el concepto de “Sense of Wonder” o “Sentido de la Maravilla”.

Ejemplos: la primera vez que (simultáneamente) el prota de “Encuentros…” y la madre del niño abducido reconocen la Montaña del Diablo al verla por la tele / la frase “Vamos a necesitar un barco más grande” del Jefe Brody en "Tiburón" / El momento en que se identifica el “renacimiento” del girasol de ET con el renacimiento del propio alienígena, etc…

En esta película, deudora y digna “continuadora” de este modo de contar historias, también encontramos varios de estos momentos:
  • La elipsis del principio de la película: el cambio de un marcador de “Ningún accidente desde...” nos cuenta la reciente muerte de la madre del prota. Fruto de JJ Abrams o del propio Spielberg? Difícil saberlo…
Super-8-plano-elipsis-inicial
  • El jefe de policía levantando la vista del mapa al darse cuenta de que los perros han aparecido en círculo cuyo centro es el pueblo como si hubieran salido pitando huyendo en todas direcciones.
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  • El final: en ese momento de la película, nos habíamos olvidado completamente del colgante de la madre muerta. Cuando vemos que es atraído por la energía magnética del depósito de agua, el colgante se convierte en el “recuerdo de la madre”, algo que padre e hijo deben “dejar marchar” para seguir con sus vidas y dejar de hacerse daño mutuamente. Mostrarnos una representación física de ese “pasar página” es uno de los mayores aciertos visuales y argumentales de la película, permitiéndote decir “esta escena SI es memorable”.
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SUPER 8: LO “SUPER” TAMBIEN TIENE SU “MINI”

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Entre tanta escena deslumbrante, tanto personaje bien resuelto y tanta expectación por ver por fin al monstruo, también hay que saber ver los “bajones” de guión o las “soluciones fáciles” o por lo menos poco desarrolladas de algunas escenas de la película:
  • Justificación de cómo la niña rubia colabora con el grupo de niños menores que ella: Nos cuentan que han conseguido que participe (a pesar de ser mayor y por tanto no moverse en los mismos círculos de amigos), aparece de pronto aportando incluso un coche, y actúa sobrecogedoramente bien en el ensayo de la escena de anden. Tanta información “sobreentendida” debilita un poco la credibilidad del personaje.
  • Sólo hay una escena de “duelo” en la que el padre nos demuestre que esta “hecho polvo” por la muerte de su mujer (cuando su hijo lo pilla llorando en el baño). Se hubiera echado en falta algo más de “debilidad” tipo Richard Dreyfuss en “Encuentros en la Tercera Fase”. El padre además es poli, si, pero casi parece “demasiado” infalible para ser sólo un poli de pueblo y además traumatizado por esa muerte. Más rasgos o signos de estrés o debilidad le hubieran dado más dimensión, verosimilitud.
  • Momento en que se separan del grupo el gordito y el llorica: para resguardarse del fuego del ejercito se meten en la casa, el llorica se rompe una pierna y el gordito se ofrece a quedarse con él. Es una escena en plan “vamos a quitarnos lastre en el grupo, hacemos que se metan en una casa (que no es ni suya) y dejamos allí a 2 personajes”.
  • Empatía padre-hijo o hijo-padre. Ambos apenas comparten momentos “de padre a hijo” salvo lo de “te mando al campamento militar, aunque no tengo nada en contra de tus amigos” o la de “no quiero que vuelvas a ver a esa niña”. Sabemos que son padre e hijo porque así nos lo dicen, pero demostrarlo (más) en pantalla hubiera mejorado ambos personajes. El hijo quiere ayudar a su padre a superar la muerte de la madre, y el padre quiere servirle de apoyo al hijo por lo mismo. Se hecha de menos algo de la complicidad que tenia Elliot con su madre en "E.T." o incluso con su hermano mayor.
  • Escapada del padre del cuartel de los militares: “me consigo un traje de militar, y SORPRESA, cuando paso por la puerta hay un estupendo (y típico) camión de combustible (con su correspondiente cartel gigante que lo pone) que pasa por la puerta: le meto un tiro, la explosión me sirve de distracción y me voy “mutis por el foro””. A lo mejor no había tiempo ni modo más elaborado de hacer que se fugase, pero ¿no hemos visto este truco ya mil veces en las películas? ¿A J.J. Abrams, uno de los creadores de “Lost”, no se le ha ocurrido una forma mejor de escapar de un sitio? ¿En serio?
  • Conversación entre el prota y el monstruo: El monstruo los persigue inmisericorde por el laberinto de túneles subterráneos, y cuando están en un callejón sin salida, a punto de ser devorados, el prota le hecha valor y le habla, intentando apelar a que “le comprenden” y que quieren ayudarlo a escapar. El monstruo se sosiega de forma inesperada e instantánea, se acerca (después de ocultarse durante toda la película), agarra al prota y se lo acerca a la cara. Quizá hubiera sido mejor llevar esta conversación a un plano “metafísico” a modo de conversación telepática o algo así, o usar planos más escorados y menos directos hacia monstruo, y sobre todo quitar el momento King Kong de “agarro al prota y me lo acerco a la cara como si me lo fuera a comer”.
SUPER 8: SUPER-CONCLUSIONES Y SUPER-ESPERANZAS

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El homenaje a la amistad, a la autenticidad de “arriesgarse a vivir” (ya sea rodando un corto sin saber, enamorándote por primera vez o intentando superar la muerte de tu madre/mujer…) es el legado nada desdeñable de esta película.

¿Surgirán copias-imitaciones de este tipo de aventuras? ¿habrá un renacimiento de la acción entendida como en los 80?

Es posible, y hasta deseable, siempre que sea el germen de buenas y entretenidas historias.


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